¿Cómo incrementar tu bienestar emocional?

Todos nosotros somos un espejo de nuestras emociones.

La habilidad para hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto un aprendizaje crucial en nuestros días” Daniel Goleman.

¿Qué son las emociones?

Una emoción es la respuesta a una reacción que experimentamos: alegría, tristeza, miedo, ira, decepción… y no todos somos conscientes de que un mal manejo de estas emociones pueden provocar un bloqueo o incluso la enfermedad.
Debemos tener muy presente que tenemos derecho a decir o expresar; pensar o sentir lo que queramos, siempre que no dañemos emocionalmente a nadie.

El autocontrol emocional:

¿Qué estoy sintiendo? ¿Cómo me siento?

No se trata solo de comprender y controlar nuestras emociones. Tenemos que mostrarlas y manifestarlas de forma correcta. Esta acción te permite gestionar eficazmente tus emociones, en lugar de que sean ellas las que te controlen a ti. Se trata de que todas tus emociones se experimenten y se expresen de forma adecuada. No es cierto que las emociones son indominables por su origen espontáneo.

Si quieres cambiar tu estilo de comportamiento y actitud, el primer paso es tomar conciencia de tus hábitos emocionales que consideras inapropiados. Y, una vez analizados, “reaprenderlos o readaptarlos”para convertirlos en otros más beneficiosos para ti.

El control emocional de uno mismo está vinculado con la conducta asertiva. La asertividad te permite apoyar y defender tus propias opiniones, tus derechos y sentimientos sin hacer daño ni herir sentimentalmente a los que te rodean. Muchas veces damos por hecho que la otra persona sabe lo que estamos pensando o sintiendo y omitimos nuestras emociones. Todo ello nos puede llevar a malentendidos y situaciones conflictivas.

La conciencia emocional

“La inteligencia emocional representa el 80 por ciento del éxito en la vida” Daniel Goleman.

Es el primer componente de la competencia emocional y el punto de partida para comenzar a trabajar esta área. Tomar conciencia de nuestras propias emociones y de las de los demás es esencial para entrenarnos en una buena regulación y gestión emocional.

¿Para qué sirve?

Conocer de dónde vienen las emociones es la clave para aceptarlas y hacer un buen uso de ellas. Si desarrollas la conciencia emocional, puedes gestionar cualquier emoción. Identificar tus emociones te ayuda a tener más éxito en tus decisiones.
Si desarrollas una buena conciencia emocional consigues:

  • Mejorar tu bienestar psicológico y mental.
  • Un estado de ánimo positivo y proactivo.
  • Evitar la aparición de trastornos como la depresión o la ansiedad.

Bienestar emocional

Gestión de las emociones

“Conquístate a ti mismo, triunfador no es el que vence a los demás; sino el que se conquista y se controla a sí mismo”

En algún momento, te has podido sentir “obligado” (debido una situación concreta) a experimentar algunas emociones que percibimos como negativas,  como el enfado, la ira o la rabia. Este tipo de emociones también son importantes. Nos ayudan a crecer como personas, a conocernos más y a establecer límites a los demás (lo que resulta primordial para desarrollar vínculos sociales sanos).

Todas las emociones pueden afectar y tienen una función de adaptación en uno mismo. Está bien que tengas emociones “negativas”. Es algo común y normal en nuestra vida cotidiana. La clave está en no dejarte arrastrar. Las consecuencias de recrearte en ellas es que actuarás de forma impulsiva y puedes llegar a tener problemas para alcanzar tus objetivos, e incluso generar un sentimiento de culpa.

Por todo ello, es importante que canalices de forma adecuada tus emociones. Una buena gestión de las mismas repercute en nuestra autoestima de manera positiva.

4 claves para gestionar eficazmente las emociones:

  1. Trata de no focalizarte en las emociones que te afectan negativamente: existen estímulos que llevan a experimentar determinadas emociones, es inevitable. Cabe resaltar que lo que percibimos como negativo no es la emoción en sí, sino la expresión de la misma. El éxito está en gestionar y resolver esas emociones. Transfórmalas en estímulos positivos que te hagan sentir bien. Si estás enfadado con alguien, aprende a gestionarlo porque no te conduce a nada, ¿no crees?
  2. Permítete sentir, para gestionar las emociones: las emociones no nacen ni desaparecen porque sí. No reprimas lo que sientes, simplemente haz una buena gestión de ese sentimiento. Recuerda que todas las emociones son válidas y cumplen una función adaptativa.
  3. Observa con atención: la mejor manera de gestionar las emociones es aceptarlas y comprenderlas. Para conseguirlo, es primordial que aumentes tu capacidad de observación sobre ellas. Pregúntate cuál es el motivo que te hace sentir así.
  4. Sé crítico con tus pensamientos: ¿haces una buena interpretación de la realidad? Realiza un análisis apropiado y sincero de los sentimientos que estás creando y desarrollando en tu mente para tener unos pensamientos ajustados y una actitud equilibrada.

Si gestionas las emociones adecuadamente, eres capaz de alcanzar tus objetivos. Tener una relación sana con tu familia, tus amigos, con tus compañeros de trabajo y, sobre todo, contigo mismo, te ayuda a mostrar y ofrecer lo mejor de ti. Y eso es lo que te conduce a tu bienestar y a un estado de calma en tu conciencia. Es fundamental aprender a canalizar nuestras emociones correctamente y para lograrlo debemos ser constantes y perseverantes.

Y tú, ¿Cómo gestionas tus emociones? ¿Tomas conciencia de ellas? Una vez más, Evolma te recomienda que te pongas en manos de profesionales de la Psicología para sembrar una buena conducta emocional y ayudarte a encontrar estrategias de afrontamiento útiles que puedas aplicar en tu día a día.